En una hermosa mañana, un jefe de proyecto, un analista de sistemas y un programador estaban paseando por una playa para distraerse del proyecto que los había tenido de cabeza. De repente, encontraron una lámpara casi oculta en la arena. Obviamente, uno de ellos la frota sin mucha esperanza y grande fue su sorpresa cuando apareció un genio legítimo.
Al verlos, el genio dijo:
- Bueno, imagino que conocen el procedimiento habitual para estos casos. Ustedes saben, eso de los tres deseos. Normalmente se los concedo a una única persona, pero en este caso como ustedes son tres, le concederé un deseo a cada uno.
El programador quiso ser primero y dijo:
- Me gustaría pasar el resto de mi vida viviendo en una gran casa, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.
El genio le concedió el deseo y lo envío a una lujosa casa, con mucho dinero y muchas mujeres.
Después siguió el analista de sistemas:
- Me gustaría pasar el resto de mi vida en un gran y lujoso crucero en el Mediterráneo, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.
El genio le concedió el deseo y lo envío al crucero en el Mediterráneo, con mucho dinero y muchas mujeres.
Al final, le toco el turno al jefe de proyecto.
- Y cuál sería tu deseo?, pregunto el genio.
- Los quiero de vuelta después del almuerzo...
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